Sin titulo.110 x 90cm.Carbonilla sobre arpillera.
Sin titulo.100 x300 cm.Carbonilla sobre arpillera.
Sin titulo.90 x70 cm.Carbonilla sobre arpillera.
Sin titulo. 100 x100 cm.Carbonillas sobre arpillera.
Sin titulo. Instalación.500x150cm.Materiales varios.
La definición sobre el fracaso de las
vanguardias históricas nos introduce en el debate aún latente sobre la disolución
de la idea burguesa decimonónica del arte en la propia vida cotidiana. Tal
noción es clave para pensar experiencias liminales entre arte y anti-arte,
utopías y transformaciones sociales en los distintos proyectos de los lenguajes
artísticos en los últimos cien años.
La muestra Intemperie
de Francisco Estarellas gira alrededor de la idea de arquitecturas inhabitables,
andamios enmarañados
como restos de una explosión urbana, imágenes que encuentran asidero en el legado de los proyectos imposibles
de experimentación vanguardista. Estructuras célibes construidas con materiales
precarios donde la linealidad y el progreso desaparecen esbozando un tránsito
sin sentido, exquisitos esqueletos de espacios desmantelados en perpetua
desgravidez, sutiles líneas en grafito y birome cuyo despojo se hace visible en
los restos de oficio humano, las huellas del trabajo y la voluntad de habitar.
En este sentido, resulta interesante poner en
diálogo dos antecedentes para elaborar puntos de contactos entre la arquitectura,
los artefactos y la dimensión lúdica que divaga en múltiples espacios hasta chocar
con la nada. En primer lugar, traer a la palestra las máquinas inútiles de
Francis Picabia como en Parade Amoureuse (1917),
mecanismos inconducentes desinteresados de todo esteticismo haciendo eje en la
representación técnica, y encerrados en una caja –por eso la referencia a Roussel
y su temprano repertorio de máquinas delirantes que influyeron en Picabia y
Duchamp-, aseverando el sin fin de contradicciones como metáfora de la vida
progresiva-racional en el contexto de la primera guerra. Y el segundo caso, en
torno a la vanguardia local, es la obra Vuel
Villa (1936) de Xul Solar donde las arquitecturas imaginarias y las
ciudades extravagantes navegan en la cosmovisión que condensa la utopía
universalista.
Estos dos registros resuenan en la formulación
de Francisco Estarellas a partir de sus dibujos en tela de arpillera y madera
sobre piezas irónicas compuestas por elementos de la construcción urbanística y
frágiles abstracciones de la ciudad. Dichas artesas, cajones de madera que se
van angostando en su profundidad, se perciben como hogares deshabitados que no
cobijan su propio lugar.
Es curioso observar que en el espectro de
fragmentos inútiles que despliega la obra del artista, encontramos posibles salidas
a las paradojas que tensionan las ideas de arte y vida a través de una
simbología dual como la escalera (ascenso-descenso), la puerta
(adentro-afuera), el puente (aquí-allá), aunque a veces obliteradas en sus
posibles funcionalidades y lindantes con el absurdo.
Juan Pablo Pérez